Ella estaba acostumbrada a sus pañuelos para la cabeza, sus camisas bordadas y sus kokoshniks. Pero un día se vio envuelta en un corsé de seda; quería encajes, volantes, pelucas empolvadas y algo refinado y francés, como en Versalles.

El romance del rococó francés con la cocina rusa ocurrió por primera vez en el siglo XVIII. Y desde entonces, el amor por todo lo parisino no ha hecho más que crecer en los corazones rusos. Perdonaron a los franceses incluso la invasión de Napoleón y se volvieron aún más galo-maniáticos.

Los cocineros rusos aprendieron de los franceses a combinar productos y picar ingredientes, se acostumbraron a la proporción exacta en las recetas y se familiarizaron con maravillas hasta entonces inéditas como la picadora de carne, el colador y el escurridor.

Todavía hoy la mesa rusa está habitada por «inmigrantes rusificados»: albóndigas, tortillas, ensaladas, mousses, compotas y… recetas rusas «afrancesadas»: linguettes, stroganoff de ternera, vinagretas y Olivier (o sea, ensaladilla).

Los franceses, por su parte, quedaron fascinados no sólo por las bellezas rusas, sino también por los pasteles rusos…

Desde entonces ha habido un continuo «intercambio de cumplidos culinarios»: las chuletas de cordero a la Madame de Pompadour eran populares en la corte de los zares rusos, a lo que los cocineros franceses respondían con un «relleno de faisán del príncipe Orloff».

El Conde Demidoff llegó a la mesa francesa en forma de Poulet Saute Demidoff. El honor de ser inmortalizado en la cocina rusa recayó en Napoleón: un pastel con la forma del triángulo del emperador francés se convirtió en signo de la eterna reconciliación entre Francia y Rusia tras la Guerra de 1812.

A todos los amantes de la cocina y el ambiente francés les proponemos los mejores restaurantes franceses de Moscú:

1. «Jean-Jacques»: un divertido café con un particular chic parisino;
2. Café Créperie de Paris: antiguas recetas francesas, festivales gastronómicos y degustaciones;
3. Grand Café «Provans» – Elegancia y cocina francesa con una interpretación de autor con productos de granja;
4. Restaurante y pastelería «Le Carré» – un chef francés que domina impecablemente todos los secretos de la cocina nacional.
5. Café Michel – Interior del siglo XVIII, respetabilidad y nobleza.

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