El cumpleaños del champán

El día en el que celebré mi décimo cumpleaños, había una pequeña botella de champán en la mesa delante de cada niño. En Francia, incluso se lo dan a probar a los bebés aplicándoles una gota en los labios, como durante la comunión.

El 4 de agosto es el cumpleaños del champán, sin el cual no se puede imaginar ninguna fiesta, en particular Nochevieja. Pero la elección de esta bebida embriagadora debe ser abordada con sobriedad.

Los vinos espumosos tienen 7 categorías de dulzor. Al principio, todos son llamados Zero Dosage Sólo en la fase final de creación se obtienen diferentes grados de dulzor: extra-brut, brut, seco, semiseco, semidulce y dulce.

Si has conseguido una botella de verdadero champán, manténla a una temperatura de entre 8 y 10 grados, ¡pero no la metas en el congelador! El vino se estropearía y si olvidas la botella allí durante mucho tiempo, simplemente reventará.

En Francia, solemos beber el champán en copas de flauta (unas copas largas y alargadas), pero para los tipos más dulces, una fougère coupé plana está bien; estas son las copas con que, a menudo se hacen torres, para la típica cascada de champán.

El champán va estupendamente con cualquier comida. Los franceses lo sirven incluso con pizza y sushi. En la época de mis abuelos era habitual tomar una copa de champán después de la cena, como postre, pero hoy en día también se sirve como aperitivo. Ahora incluso está de moda tomar diferentes tipos de champán durante una misma comida o cena, combinando la comida con cada uno de ellos.

El pescado y el marisco van bien con un refrescante brut. Un semiseco afrutado va bien con comida picante y salada de inspiración asiática, mientras que un rosado va bien con la carne. Las burbujas más dulces se suelen añadir al ponche o se beben con helado y bayas.

Por cierto, beber champán «agotado» en mi país se considera «mauvais ton». Los franceses suelen preparar algo con la bebida del día anterior: una salsa para el pescado o un adobo para el pollo, por ejemplo.

Y recuerden que el verdadero champán no es barato: ¡se necesitan seis kilos de uva para producir una botella de 0,75 litros! Si a eso añadimos los costes de transformación, producción, envasado y transporte, se obtiene una buena suma. En las tiendas en Rusia es prácticamente imposible encontrar auténtico champán por menos de 3.000 rublos.

Y ahora la receta para un fabuloso postre de champán francés: fácil de hacer y adecuado para grupos grandes.

Pero le sugerimos que lo guardes para una cena romántica: enamorado/a de tu talento y sofisticación, seguro que se casará contigo. Ya lo he comprobado yo mismo))))

RECETA

Tiempo de preparación 3 horas

Tiempo para cocinar 20 minutos

2 porciones

Necesitáis:

300 ml de champán seco u otro vino espumoso

1 limón

2 cucharas de azúcar

20 gr. de gelatina

Para la crema:

1 cuchara de champán

Un cuarto de un limón

1 cucharas de azúcar

5 litros de nata 35%

Fase 1

Baña la gelatina en 2 cucharas de agua Fría por 10 minutos. En un bowl, vierte 100 ml. de agua, añade azúcar y la cáscara del limón rallada con una pequeña ralladora Llevalo al punto de ebullición, pues quita del hornillo y añade el jugo de limón y la gelatina Mezcla bien, para que la gelatina se disuelva por completo.

Fase 2

Cierne bien la mezcla que resulta a través de un tamiz pequeño. Добавьте шампанское. Llena los vasos con la mezcla obtenida, cubre con película y ponlo en el frigorífico por 2–3 horas.

Fase 3

Para la crema, mezcla en un bowl el champán, el azúcar y el jugo de limón. Bate bien la nata a punto de espuma y añade la mezcla de champán y azúcar, después bate todo nuevamente.

Fase 4

Pon la crema en una manga pastelera con una embocadura en relieve y ponla de bella manera en el vaso con la gelatina.

Spoiler: cuidado con este postre de apariencia inofensiva. El champán, diluido por la gelatina, no pierde de potencia, al revés, hace el mundo de colores, despierta fantasías que ni imaginabas y el sentido de aventura!

Bon appétit !!!

 

 

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